Aquí estamos otra vez queridos lectores... Ayer os estuve hablando de un tipo de hepatitis en concreto la A, y hoy os voy a hablar de otro tipo: la hepatitis B.
La hepatitis B es una enfermedad infecciosa del hígado causada por el virus de la hepatitis B y que causa necrosis hepatocelular e inflamación y pudiendo transformarse en cirrosis, cáncer de hígado, insuficiencia hepática y muerte. La mayoría de las personas que la padecen, la contraen por transmisión sexual y también por contacto con sangre contaminada
La enfermedad puede presentarse de dos formas, como infección asintomática y como infección débilmente expresada con síntomas de catarro. Los síntomas tardan entre 1 y 6 meses después del primer contacto con el virus. Los síntomas más frecuentes son: fatiga, naúseas, fiebre baja, falta de apetito, diarrea, dolor de cabeza; y después el paciente presenta oscurecimiento de orina, heces de color claro e ictericia.
La hepatitis B aguda no hay tratamiento específico, solo reposo y dieta.
Muchas veces la infección con el virus deriva en una hepatitis B crónica siendo necesario detener la replicación del virus y reducir al mínimo el riesgo de cirrosis y cáncer de hígado. El tratamiento de la hepatitis B crónica consiste en:
- No realizar esfuerzos físicos mayores o verse afectado por situaciones de estrés.
- No beber alcohol
- Una dieta sin grasas animales, sin carnes rojas, sin alimentos fritos y condimentados.
- Actualmente, hay siete medicamentos para tratarla.
- La hepatitis B puede acabar dañando el hígado de forma irreversible, de forma que la única solución sería un trasplante.
Los lactantes nacidos de madres que se sabe que tienen hepatitis B pueden ser tratados con anticuerpos en contra del virus de la hepatitis B, la inmunoglobulina de hepatitis B o IgHB. Cuando se administra la vacuna con el plazo de doce horas de nacimiento, el riesgo de contraer la hepatitis B se reduce un 95%. Este tratamiento permite que una madre pueda amamantar a su hijo con seguridad.
En cuanto a la prevención de la enfermedad, existe una vacuna contra la hepatitis B con uno o varios antígenos atenuados o inertes que provocan una reacción inmune que genera memoria. Se aplica en 3 dosis, la primera entre el 1 y 2 meses, y la tercera entre los 6 y 18 meses. También se pone en gente adulta con 3 dosis. Es necesario que se apliquen todas las inyecciones para quedar protegido. Si se viaja a países de riesgo, es necesario asegurarse de recibir todas las inyecciones antes de viajar.
El contagio de hepatitis B se previene: usando preservativo, no compartir agujas, usar guantes ante el contacto con sangre, asegurarse de que los tatuajes están hechos con material limpio, no usar el mismo cepillo de dientes, etc.
A continuación os dejo un vídeo que resume la información que os he dado en esta entrada:
¡BUEN FINDE!
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