Como bien hemos dicho ayer, hoy toca tratamiento y prevención de la tuberculosis. UUUH qué divertido! Es lo que hay... Así que, vamos a ello.
El objetivo del tratamiento es curar la infección con fármacos que combaten las bacterias de la tuberculosis. Este tratamiento siempre implicará una combinación de muchos fármacos, por lo general cuatro, que se administran hasta que las pruebas de laboratorio nos indiquen qué medicamento funciona mejor.
Frecuentemente, los cuatro fármacos que se utilizan son:
- Isonizida.
- Rifampina.
- Pirazinamida.
- Etambutol.
- Amikacina.
- Etionamida.
- Moxifloxacina.
- Ácido paraaminosalicílico.
- Estreptomicina.
Al mismo tiempo que hablamos de la etapa del tratamiento, cuando ya tienes la enfermedad, también hablamos de que se puede prevenir. Se puede prevenir incluso si se ha estado expuesto a una persona infectada. Con la PPD (prueba cutánea) para la tuberculosis se puede saber si se ha contraído la enfermedad si se ha estado expuesto a ella.
A las personas que hayan estado expuestas a la enfermedad se les deberá hacer, por lo tanto, la PPD inmediatamente y tener un examen de control en una fecha posterior si la primera prueba es negativa. Si la prueba da positiva, es que se ha estado en contacto con la bacteria de la tuberculosis, y en este caso se deberá acudir al médico para evitar contraer la enfermedad.
Algunos países con alta incidencia de esta enfermedad aplican vacunas como BCG para prevenir la tuberculosis, pero su efectividad es limitada y no se usa rutinariamente en los EEUU.
Hasta aquí la charla de hoy blogeros. Mañana más, y a ver si mejor.
Saludos!
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