Buenas noches a estas horas de la madrugada, pequeños seres de la Tierra. Esta entrada es el momento en el que terminaremos con esta enfermedad y en la que hablaremos de su tratamiento. Sé que no está siendo muy divertido esto, pero bueno, ya se está acabando la tortura y en 4 días, 4 entradas más, daremos por terminado este Blog.
Vamos allá! La prevención de la transmisión de la Listeria monocytogenes, que especialmente en el caso de las mujeres embarazadas es muy importante para evitar que el futuro bebé sea contagiado, pasa por el control de los alimentos que vamos a consumir. Las medidas que por lo tanto se deben adoptar para prevenir la infección son:
- Las personas que presentan un cuadro viral no deben manipular alimentos en la industria o restaurantes, no por supuesto en sus casas.
- Lavarse bien las manos siempre antes de manipular alimentos y al mismo tiempo extremar la higiene en las cocinas y en los utensilios que se utilicen para preparar las comidas.
- Leer atentamente y seguir las instrucciones de conservación de los alimentos envasados.
- Cocinar los alimentos a altas temperaturas por cualquier medio (plancha, cocción, microondas...).
- Si consume productos crudos (tipo sushi), hágalo sólo en sitios que ofrezcan total garantía de calidad.
- Guardar la leche y derivados en el refrigerador a menos de 5ºC. La Listeria es capaz de sobrevivir a bajas temperaturas, por lo que no se debe consumir leche no pasteurizada.
- Lavar bien las frutas y vegetales antes de consumirlos, especialmente los cultivados biológicamente.
- Si se está embarazada, debe consultar inmediatamente a su médico si nota síntomas similares a un resfriado, dolor de cabeza, fiebre, dolores musculares, náuseas o vómitos, es decir, aquellos que hemos explicado en la entrada en la que hablábamos sobre los síntomas de esta enfermedad.
Como veis, la prevención se reduce a los alimentos, tened cuidado con ellos y seguid las instrucciones y seguro que os ahorráis disgustos.
Nada más, hasta mañana!
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